jueves, 13 de mayo de 2010

NOTAS SOBRE LA ENSEÑANZA, NOTAS SOBRE EL APRENDIZAJE. Por Javier Mesa.

NOTAS SOBRE LA ENSEÑANZA, NOTAS SOBRE EL APRENDIZAJE.

Por Javier Mesa.

(Otoño 2005)

Nuestro objetivo como profesores de taijiquan, es hacer todo lo que nos sea posible por conseguir que los “alumnos-practicantes” asimilen los principios, en los que el arte está basado, y aprendan las distintas formas o estilos, o lo que sea.

Desde mi punto de vista hay varias maneras de lograr esto. Un camino puede ser el repetir el mismo ejercicio (de mayor o de menor complejidad) infinidad de veces. De manera, que tras miles de repeticiones se pueda impregnar de esos principios, y después ir aprendiendo de manera lenta la o las formas. Sin ningún género de duda esta es una metodología tremendamente dura y sufrida. Duro por el gran número de repeticiones, por lo monótono, por lo aburrido de insistir miles de veces sobre lo mismo. Aunque para algunos resulte contradictorio, esto también puede resultar el más alto nivel del entrenamiento, si entendemos “Lo más alto (en nivel o habilidad) es lo más sencillo”. Pero probablemente la mente occidental no esté preparada para este trabajo.

Por ejemplo el ejercicio del oso (xiongjing) es espectacularmente sencillo, al menos en apariencia. Pero en el está toda la esencia que el tjq puede desarrollar. Un ejercicio sencillo para cultivar los principios, pero ¿eres capaz de ejercitarte en el horas y horas?

Otra manera es cultivar los principios, por supuesto, practicando varias o muchas formas distintas. Definitivamente tienes que tener una forma base o de referencia, más familiar que te sirva como referencia, como vía fundamental de estudio o exploración; de donde puedas importar y exportar conocimientos y experiencias.

Si como dice mi Maestro, John Higginson, el tjq es solo relajarse y moverse; primero se debería de aprender algo sencillo, fácil de recordar. Algo en donde pudieras practicar los principios y poco a poco aprender a moverte. Aprender nuevas formas, para ver los principios en aplicación desde otros puntos de vista, al fin y al cabo los principios son siempre los mismos. Ver como funcionan las cosas en una forma, y como lo aprendido en ella funciona o trabaja en otras.

De esta manera, además de practicar los principios el cuerpo y la mente aprenden a moverse, a no quedarse anquilosados.

Sin duda el esfuerzo de esto requiere es meter más cosas aún en la cabeza, recordar más cosas, pero ¿no se mantiene más viva la mente de esta manera?

En una forma de mano vacía, armas, parejas o lo que sea, el cuerpo se expresa de una manera, músculos, tendones articulaciones, etc tienen una determinada exigencia, se mueven y combinan de cierta manera; mientras que en otras formas ese esfuerzo esa combinación, el movimiento e efectúa de forma diferente.

También cada forma enfatiza más en un aspecto determinado y distinto de las demás, de manera que lo que ahí aprendemos debemos de exportarlo para mejorar en las demás formas y hacer que se mejore de manera natural.

La enseñanza tiene que estar estructurada de forma y manera que resulte coherente al objeto que se persigue. No es lo mismo una clase “monotorizada”, en donde los alumnos siguen en todo momento al monitor, que una clase en lo que se persigue, por parte del profesor, es el aprendizaje de una determinada materia; en donde se pretende que lo alumnos-practicantes tengan independencia a la hora de practicar en solitario. Todo aprendizaje consta de varias partes; una la enseñanza y otra la autodidáctica, las indicaciones y la imitación.

Si el objetivo es el aprendizaje de una forma se deben de trabajar elementos que en ella estén contenidos. Tal vez sacar ciertos elementos, entrenarlos por separado, repetirlos y posterior mente verlos dentro del conjunto.

Las acciones de la enseñanza pueden estar sujetas a un planteamiento sistemático o también en determinados momentos se producto de la improvisación o la inspiración, de manera que sirvan para cumplir un objeto determinado en un momento puntual.

El aprendizaje del tjq debería de ir mucho más allá de un simple proceso de enseñanza-aprendizaje; información-memorización. Hay que formarse de tal manera que uno pueda ser capaz de comportarse motrizmente a unos niveles de complejidad y dificultad muy altos; en donde la teoría de “cuando una parte se mueve todo el cuerpo se mueve, cuando una parte se para todo el cuerpo se para” o “el cuerpo debe de ser como una esfera en donde todo se mueve como una unidad” deja de serlo para convertirse en practica.

El tjq está basado en la práctica, en la experiencia; de esta práctica sale o evoluciona la teoría que a su vez hemos de convertirla en práctica. El tjq no es algo que se puede racionalizar, el tjq es algo que se tiene que experimentar, algo que tienes que vivir; no es inerte, muerto en donde simplemente puedes aplicar una teoría, la teoría es algo inventado para la práctica.

El tjq va evolucionando, cambiando a través de la práctica diaria y constante, se va transformando a medida que experimentas, buscas y pruebas. El tjq es algo vivo, fresco y evolutivo. Los principios son los mismos ahora en tu primer día de clase que dentro de 30 ó 50 años, solo deberían de cambiar los resultados. Todos sus beneficios provienen de esto, de la práctica. Ahí es exactamente en donde reside su secreto.

Para aprender algo tan complejo o para alcanzar un alto nivel conviene, siempre, conocer a alguien que conozca la materia, pero así y todo es tu propia experiencia la que te hace evolucionar. De nada te va a servir que el mejor profesor de mundo ponga su experiencia, sus consejos a tu servicio si te dedicas a vaguear. En la práctica están las mejores lecciones.

Pero pobres de aquellos que piensen que el tjq se puede aprender o desarrollar sin la ayuda del Maestro. Lo bueno del tjq es que se transmite de manera oral, pasando de Maestro a discípulo. Esto es el linaje. El linaje es pertenecer a una familia, haber hechos unos votos o un juramento y estar dentro del círculo. Puede parecer sectario, no lo se, tal vez lo sea. No es lo mismo estar en la puerta de la universidad, en el bar, oír todas las conversaciones, y quien sabe, saber; saber muchísimo; que estar dentro de la universidad y obtener el título. Estar, vivir y convivir con los profesores, con los alumnos; en definitiva estar en la “pasta”, en el meollo del asunto. Ya se discutirá después si se es o no buen@. Muchos son l@s que pretenden tener “pedigrí” y solo son buenos alumnos, muy buenos alumnos; con una gran técnica, todo lo que quieras, pero sin “pedigrí”. Es más tal vez no sepas ni que eso existe y te has estado calentando a la luz del Maestro.

¿Sois vosotros los que pedís linaje y desconocéis por completo la trama y la complejidad que ello conlleva?¿Tenéis pretensiones familiares y desconocéis lo que es y lo que significa baishi?¿Os inclináis ante cualquier figura o foto de algún Maestro sin conocer su verdadero significado?¿Pretendéis pertenecer a la familia, al linaje sin ceremonias ni juramentos ni tradiciones que os amparen? Bueno está bien lo de jugar al taijiquan. Tal vez en muchas mesas no os darían ni las sobras.

Al final lo más importante de todo es ser una buena persona, un excelente estudiante; diligente y trabajador@ y ser capaz de tener una buena comprensión de lo que estamos haciendo. “Esto no es un juego, aquí estamos para estudiar el Dao”.

Esfuerzo, disciplina y dedicación.